Betarraga es mi forma de comunicar a través de la huerta, con talleres presenciales, online y workshops.
En Betarraga creamos la posibilidad de adquirir productos amigables con el ambiente, conociendo a sus productores y entendiendo un poco más de sus historias. Conectamos huerta y ambiente, profundizando junto a invitados especializados muchos de estos temas.
La huerta nos propone observar, es un espacio y un momento para poner foco en lo que vemos. Es el lugar donde nuestra mirada puede ir descubriendo el beneficio de la transformación. La huerta es para compartir, para vincularnos con el otro, para aprender del otro.
En Betarraga vamos de lo experimentado a lo concreto para sumarnos a una economía circular que nos invita a enraizarnos para ser parte de un movimiento flexible, empático y sustentable.
Nos motiva generar una red, a través del diálogo, con personas que quieran compartir sus experiencias y conocimiento, emprendiendo actividades en donde la protección del ambiente es un acto prioritario.
Juntos vamos a sentir cómo el meter las manos en la tierra, el sentirnos naturaleza, el oler y ver verde puede ayudarnos a mejorar el día.
LA TIENDA
En nuestra tienda converge el diseño de Betarraga con emprendedores de distintos ambientes, todos atravesados por un interés común: la sostenibilidad a la hora de producir. Betarraga conecta la pasión por la creación de objetos únicos, útiles y conscientes.
Desde Betarraga ofrecemos:
➜ Cursos virtuales, talleres presenciales y workshops.
➜ Charlas inspiracionales.
➜ Diseño de jardines y terrazas con plantas nativas y comestibles.
➜ Box empresariales con productos amigables con el ambiente.
¡Hola a quienes están del otro lado!
Quiero aprovechar este espacio para escribir y compartir con ustedes mi experiencia en la huerta y -sobre todo desde acá- algunas ideas y emociones relacionadas con ella.
Como estoy segura que lo que se comparte sobrevive, desde este blog voy a ir contándoles a través de los artículos un poco de mi historia, e ir conociendo parte de la suya.
Les cuento que Betarraga es un nombre que lo pronuncié sin parar una vez que lo escuché por primera vez. Jugando con el sonido de la palabra siento que betarraga suena como enraizada o sembrada. La betarraga es en muchos países nuestra remolacha. Cada vez que pienso en este vegetal lo veo siempre envuelto en tierra, con la alegría que me genera descubrirlo en la huerta listo para ser cosechado.
Un día sentí que todo se podía unir, la cava de la bodega Viña Olivia, con la inmensa terraza que la rodea, y mi pasión por las plantas nativas y la huerta. Fue ahí que le dije a Patricio (dueño del espacio y fundador de la bodega) que podíamos armar una terraza botánica.