por Paula Colombini – Betarraga
Armar el taller de»Huerta Viva» fue la manera más natural de llegar con Betarraga a todas las personas que nos siguen con ganas y curiosidad por aprender, por sembrar y por compartir sus conocimientos.

Un suelo lleno de vida, dispuesto a entregar todo lo que las plantas necesitan para crecer sanas, fuertes y diversas.
El taller Huerta Viva, nació para transmitir las bases de lo que fuimos construyendo con el tiempo: con esa certeza de saber que un jardín vivo es aquel que entiende, cuida y respeta el suelo.


Un suelo lleno de vida, dispuesto a entregar todo lo que las plantas necesitan para crecer sanas, fuertes y diversas.
El taller de huerta viva es aprender a observar antes de intervenir, a pensar si conviene plantar antes o después de la primer helada, a tomar conciencia de cómo queremos consumir: sin agroquímicos que intoxican el suelo, a las plantas y también a nosotros.
Comer de nuestra propia cosecha nos invita a una pregunta guía:
¿Qué nos gusta comer en casa y cómo queremos que sea esa comida?
Desde ahí empiezamos con todo.
Sembrar con sentido, producir desde el deseo y extender esa pregunta hacia cada decisión cotidiana: qué compramos, qué reutilizamos, qué compostamos.
Porque cada producto que no se recicla y cada resto que no vuelve a la tierra se convierte en un desecho, y nuestro planeta tiene una capacidad finita para sostenerlo todo.
Entender esto es el primer paso para transformar nuestra forma de habitar la tierra,desde la huerta, desde casa, desde lo que elegimos cada día.
Cerrar una etapa para abrir otra.


Encontrarnos al final del taller de huerta viva, después de tres encuentros por Zoom, fue una manera de cerrar una etapa para abrir otra.
La pantalla nos permitió llegar lejos, pero la presencialidad nos devolvió algo esencial: el ritmo humano que aparece cuando estamos juntos, cuando podemos vernos en la mirada, cuando nuestras manos se ensucian de tierra.
Ahí estábamos, compartiendo saberes y semillas.
Porque eso es también este Taller Huerta Viva: un espacio para sembrar conocimiento y vínculos.
El encuentro fue en el vivero Herbarium


Para reunirnos, el lugar elegido fue Herbarium, un vivero en Pilar que invita a quedarse: elegir plantas, hojear libros, descubrir objetos como mucho de nuestros productos de la tienda Betarraga.
Un espacio donde cada rincón respira naturaleza y diseño, el contexto ideal para compartir con el equipo de Betarraga un almuerzo en la parrilla que se encuentra dentro del vivero.
















A la charla se sumó Juan de Nateien, con sus conocimientos y productos, aportando su mirada y experiencia para seguir tejiendo redes entre proyectos que buscan lo mismo: una forma más consciente y viva de cultivar.



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