Diseñar jardines que laten: donde lo nativo, lo comestible y lo vivo se encuentran

Diseñar jardines naturalistas que laten: donde lo nativo, lo comestible y lo vivo se encuentran

Diseñar jardines que respiran vida

Mis ganas, siempre, a la hora de diseñar jardines, nacen del deseo de proponer espacios donde las plantas nativas estén presentes.


Ellas, junto a las mariposas, orugas, abejas, abejorros, vaquitas de San Antonio, arañas y picaflores,muchos de ellos, entre tantos otros seres vivos, son quienes me acompañan y me inspiran en cada proyecto.

Jardines vivos que cuentan historias

Cuando diseño Jardines pienso que podamos disfrutarlos sin esa necesidad de intervenirlos constantemente.


Busco que cada jardín conserve su ritmo natural, sin podas que amputan ni máquinas que rompen el silencio con su ruido.
Me gusta crear espacios donde el paso del tiempo se note, donde la vida encuentre su lugar y el equilibrio se construya desde la diversidad y el respeto.

Jardines en las alturas y en la ciudad

Disfruto diseñar jardines naturalistas que florecen en las alturas

El Rooftop 460, una terraza botanica que imaginé como un refugio verde en medio de la ciudad.

También disfruto de diseñar jardines urbanos,


Como el de Casa Moravia, en pleno corazón de Palermo.
En cada proyecto me propongo: diseñar espacios que respiren y cuenten una historia.

Diseñar Jardines que se transforman y florecen

Muchos de los jardines que diseño, los encuentro con especios que sobrevivieron a pesar de todo, a pesar de estar sin compania de Polinizadores que acompañen ciclos.

Asi que sumar plantas nativas en esos espacios y ver cómo el paisaje se transforma me emociona.

En uno de ellos, incorporé una gran variedad de especies locales y, con sorpresa y alegría, los dueños me llamaron para contarme que el jardín comenzó a llenarse de mariposas y picaflores.
Esa es la magia que busco cuando diseño pensando en lo nativo: que la vida vuelva a reconocerse en el lugar.

Diseñar Jardines que alimentan y regeneran

Sueño y diseño espacios donde las plantas de huerta se entremezclan con las plantas nativas.


Donde las carquejas crecen entre los hinojos, y las petuñas entre las acelgas.
Jardines que alimentan tanto al cuerpo como al alma, y que nos enseñan a observar los ciclos: ver florecer las lechugas, guardar sus semillas, o dejar que las hojas caigan y se transformen en suelo vivo.

Cuando diseño jardines siempre busco que la huerta orgánica esté presente desde todos los espacios de disfrute familiar, porque :

Producir lo que comemos sin que esté fumigado es un acto de libertad y de conciencia.Y eso, para mí, tiene que verse.

Diseñar un Jardin, una mancha de alimento y refugio

En mi propio jardín, esa filosofía se vuelve práctica.

Diseñé un espacio que también sea refugio: una mancha de alimento para los polinizadores y para todo lo que vive debajo del suelo.

Cada rincón me invita,nos invita, a observar, a detenernos y a recordar que solo somos una parte de este universo vivo.

Diseñar jardines naturalistas que laten: donde lo nativo, lo comestible y lo vivo se encuentran - - Notas
Diseñar jardines naturalistas que laten: donde lo nativo, lo comestible y lo vivo se encuentran - - Notas

Dibujar un pedaso de mundo que respire vida

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