Algo de mi historia con los girasoles.

Este girasol enorme vivió toda una temporada de verano en mi huerta; en el verano de 2023. Él y otros estaban en mi huerta, gigantes, majestuosos. Ellos tenían, desde arriba, la posibilidad de ver la huerta como yo no la conozco.

Durante el día, mientras el sol iba cambiando su intensidad, él y los otros gigantes generaban sombras y reflejos que hacían del cielo y el suelo lindas imágenes para descubrir.

Pero un día empezó a cambiar de color, dejó de mirar con firmeza al sol, hasta que agachó su cabeza. Como si se hubiera cansado de estar tan erguido y atento.

Lo viví con mucha tristeza. Lloré su despedida y me abrace a él para agradecerle su compañía.

Luego, como siempre ocurre en mi huerta, vinieron otros. Mírenlos que belleza recibiendo abejorros.

Pero por alguna razón, nunca olviderá a aquel hermoso gigante.

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